Hoy, 26 de octubre, se cumple un año del estreno de Sembrando Bécquer. Un acontecimiento singular, muy singular, que no era sino el primer evento que guionizaba y dirigía al cargo de casi cuarenta personas, todas de mi asociación, La Asociación Cultural "La Siembra"; la asociación que me vio crecer y que despertó en mí el interés por el maravilloso mundo del teatro.
Un acontecimiento muy importante para mí, que conseguía fusionar mis dos grandes pasiones; una indescriptible pócima que albergaba mi ámbito académico-profesional, la filología (en este caso concreto, la literatura de Gustavo Adolfo Bécquer), y el teatro. Pócima a la que hubo que sumar un sinfín de horas de trabajo, esfuerzo y dedicación, desde un incipiente verano hasta un bien entrado otoño; y mucha esperanza y confianza para salvar las piedras que se nos interponían en el camino, siempre alzando la cabeza a pedir ayuda a quien tanto hizo por esta asociación de Malpartida.
Un año después, y a la misma hora en que la cita daba comienzo, vuelvo la vista atrás y recuerdo con gran cariño y nostalgia cada uno de los ensayos que tuvieron su recompensa con tantas y tantas felicitaciones por el trabajo bien hecho.
Qué lujo el de la memoria, que permite que nos evadamos en difíciles circunstancias. Y el de poder compartirlo con vosotros.
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